20 mayo 2005

Los blogs damos miedo


No vamos a ser pretenciosos, no sólo decimos que los blogs dan miedo por el espíritu que mueve a Planeta Absurdo. Empecemos por un "disclaimer" o desmentido: En este blog no comerciamos con noticias, sino con opiniones. Es más, no comerciamos, sino que las ofrecemos gratuitamente, sin pedir nada más a cambio que su lectura y los comentarios de quienes tengan a bien entrar. En un mundo en el que se trafica con absolutamente todo, hasta con la filosofía y la espiritualidad, los que comercian con noticias son los periodistas profesionales. Aquí no damos noticias. Las interpretamos subjetivamente, así como interpretamos otras cuestiones cotidianas, porque creemos que tenemos derecho a hacerlo.

Pero claro... hay una cosa innegable, y ya está empezando a olerse: a las esferas de poder los blogs les damos miedo. Y profetizo que no escatimarán en medios en su clásico afán de destruir nuestra libertad de pensamiento, una vez más. Los de arriba nos quieren a todos los ciudadanos iguales, pero iguales de subnormales, para que no tomemos conciencia y nos puedan usar más fácilmente como simples peones.

Y para ellos los blogs son un peligro. Todos los tipos de blogs. Digo esto porque los hay de varios tipos: los periodísticos, los anónimos, los diletantes, los creativos. Por una cosa u otra todos son una amenaza al "sistema" (recurrido término), a saber:

  • Los blogs creativos, artísticos, literarios, etc: dan miedo porque son focos de cultura, con más o menos mérito, eso es subjetivo, pero generan y respiran cultura. Y la cultura es libertad, y pensamiento propio. Y conocidos son todos los intentos de ahogar la cultura desde el poder, pues un pueblo inculto es un pueblo más manejable. Y les resulta tan fácil como promover que "la cultura no vende" (y sin embargo, se comercia con ella, qué paradoja).
  • Los blogs portavoz, como éste, son aquellos en los que algunos damos simple opinión. No damos noticias. Pero las opiniones que se salen de la norma son como moscas cojoneras para el poder. Son un peligro potencial de revolución, de movilización, de conciencia. Y eso no lo pueden tolerar.
  • Los blogs anónimos, como éste también, no hay qué explicar qué característica presentan en común, supongo. Es lo que les faltaba a los poderosos: que además de tocarles los cojones, no sepan quién lo está haciendo. Porque en cuanto lo saben, los hombres de negro vienen a tu puerta a callarte la puta boca. O te cortan el cable.
  • Los blogs periodísticos suelen pertenecer a profesionales de los medios, dando nombre y apellidos, que por no pasar por el aro editorial no tienen espacio en los medios "oficiales" públicos o privados. Los medios que en su día los dejaron fuera ahora los acusan de competencia desleal, y de poco sentido de la ética (manda cojones que eso lo digan ciertos medios) quizás temiendo que entre sus mismos compañeros de profesión puedan torcer su juego.

A pesar de tanto distingo, la generalización y unificación de todos los blogs de cara a la gran mentira de la opinión pública está comenzando ya. Blogs periodísticos y particulares, nominales y anónimos, creativos o pragmáticos, ya se sitúan al mismo nivel. Se ha hecho a la palabra "blog" o "bitácora" sinónima a la palabra "medio", y etiquetada de "quinto poder", "competencia desleal al periodismo", "foco de desorden", etc. Aunque tu blog sea para contar a tus amigos cómo fueron tus vacaciones en Egipto, es un foco de desorden. Aunque en tu blog hagas prosa acerca del canto de los cucos al alba, es un foco de desorden.

La maquinaria está bien engrasada, y lista para rodar. Las leyes proveen muchas excusas para matar la libertad de expresión: injurias y calumnias, amenazas, quebranto del honor, falsos testimonios, apología, y la más irrisoria e irónica: "ofensas contra otras libertades". Y no vemos mal que la ley las prevea, porque hay casos sangrantes, pero con buenos fiscales el abuso de estas cláusulas es factible. Y esos buenos fiscales sirven a los de arriba. Imaginemos por ejemplo que a uno le quieran empapelar por injurias y calumnias por decir que el presidente del gobierno no nos representa como debiera... no es tan descabellado pensarlo, ¿verdad? Los medios oficiales compran toda su libertad editorial, y pocas veces se ven procesos de este tipo contra ellos aunque a veces digan auténticas barbaridades, pero a los de a pie no nos llega para tenerla y estamos totalmente expuestos a sentarnos en un banquillo si acaso mostramos síntomas de conciencia propia. A más infraestructura, más carta blanca. A menos influencia, menos defensa.

Así pues, preparémonos para la implantación de nuevas leyes, que por ejemplo nos hagan identificarnos en los blogs con todos los datos, o que hagan pasar a todas las bitácoras por algún ente intermediario con potestad para resumir (censurar) o corregir (manipular) nuestros posts antes de publicarse. Internet puede volver a despertar a ostias de sus sueños de libertad. Los poderosos lo quieren todo a su servicio, e Internet no iba a ser menos. Nos tienen miedo.

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