19 junio 2005

La casa de la pradera


La casa de la pradera: dicese de una magnífica serie televisiva de hace unos años, cuando el Telefunken y demás, que narraba las entrañables peripecias y aventuras de una familia como Dios manda.

Quizás ese sea el ideal que movilizó a cien mil personas (dicen ellos que fueron un millón, lo que no se sabe es dónde estaban escondidas las otras novecientas mil) para manifestarse ayer por la tarde en Madrid. En plan festivo y encantados de haberse conocido, muchas familias como Dios manda salieron a la calle en una manifa autorizada, para darnos una soberana lección a todos los demás de cómo hay que vivir como Dios manda. Vaya, ya me ha surgido la primera duda: ¿Qué hacían allí escoltándoles los adláteres de la Iglesia si su voto les impide tener una familia? ¿Dónde está eso de "predicar con el ejemplo"? Bueno, da igual. La Iglesia da para muchos litros de tinta, y quiero darles un respiro después de lo del otro día. Yo pecador.

A lo que iba. Pues eso, que ayer Madrid se convirtió en la casa de la pradera. Con guiñoles y payasos y todo. Sí, de los que entretienen a los niños también había. Allí estaban todos ellos, todos los que dicen vivir (en la realidad ya veremos) en adorables y felices núcleos familiares de los de bendecir la mesa, ir a misa todos juntitos de la mano, y con la mujer en casa haciéndose cargo de los niños y poniéndole al marido las zapatillas al pie del sofá, para cuando vuelva de su honrado trabajo. Del bufete o de la consulta, no del tajo ni del taller, eh, que una familia feliz por lo visto no ha lugar en la aún existente para ellos tercera clase. Allí estaban también todos los estamentos de la Iglesia, con los del Oppus a la cabeza, y con la presencia destacada de los muy cínicos entre los cínicos Angelito y Eduardito, Rouco "Torquemada" Varela, la Schlichting (tertuliana cómo no de la Cope que leyó el discursito), y posiblemente incluso Don Federico, que como los sábados no le toca dar su arenga de guerra en la Cope y le dijeron que eso iba contra los adoradores de Satán del PSOE, allá que se iría con su globito y sus cachorrillos. Y para darle el toque de humor, que no todo va a ser cagarse en los muertos del gobierno, una anónima y católica madre de familia aprovechó para saludar en los micrófonos de la prensa diciendo que ahora estamos peor que con Franco (cosa que no es novedad oirla) ¡pero en cuanto a libertad de expresión y en cuanto a libre albedrío!. Para partirse el culo. Uy, perdón, para partirse de risa. Yo pecador.

Pues eso, la media España que va con el crucifijo en una mano y el látigo en la otra, y a su decimonónica bola, se echó a la calle, hecho del que no se conocen precedentes desde que vivimos en pseudo-democracia. Lo que yo no sabía es que cien mil personas (más las novecientas mil invisibles) eran media España. Mientras tanto, la otra media asistía cerca de allí a un pasacalles carnavalero de Carlinhos Brown, supongo que buscando provocar a sus eminencias los obispos. Si es que eso de divertirse y vivir con alegría es ir provocando, coño. Pasarlo bien fuera del parque del Retiro es antipatriótico.

Concluyendo. La sociedad se hunde, sí, se va al carajo, se está ahogando en su propio absurdo. Ayer nos dijeron con globitos y con los niños en brazos (que aún sin comprender nada gritaban lo mismo que sus papis y mamis) que llega el apocalipsis con tanto maricón y tanta divorciada loca, con tanto soltero y tanta soltera, con tanto laicismo y tanta libertad. Lo que no dicen es que en el seno de las familias cristianas y como Dios manda es donde se generan los más grandes de los traumas, las frustraciones y las miserias, y que en los colegios religiosos siguen teniendo bastante ventaja frente a la escuela pública y laica en cuanto a generación de ateos. Sí que acabaron ayer por decir, veladamente y manipulando, que esa libertad que ellos defienden se ha de entender como su libertad, que no puede ser cualquiera, que ha de tener la homologación de Aenor y la bendición de Su Santidad para ejercerla. Las otras no valen. Rechace imitaciones, o algo así. Pues sí, se acerca el apocalipsis, y nos lo traen los mismos que nos la anuncian, exactamente los mismos. Ésto va a implosionar pero ya. Como no se puede hacer otra cosa, yo me pido una entrada de palco para ver la apertura del séptimo sello, aunque sea por reventa.

11 junio 2005

Que baje Dios y lo lea


Vaya por Dios, nunca mejor dicho. Como se suele decir, una vez más con la Iglesia católica hemos topado. Ya la tenemos agitando el panorama no sólo cuando dan misa (cosa ya de por sí irreverente y poco seria) sino que además van a empezar a tomar las calles, a liarse la sotana a la cabeza. Alto el carro, guarden sus eminencias los látigos: me parece muy bien que se manifiesten en contra de esas leyes que consideran inmorales, lo mismo que en su día algunos (muchos) nos manifestamos contra la guerra de Iraq, e igual que solemos hacerlo contra los terroristas. Estamos en democracia, aunque a algunos nos la nieguen. No pienso pagar con la misma moneda: manifiéstense, libremente, hagan oir su opinión. Sin tapujos. A nosotros también nos parecía y nos sigue pareciendo inmoral el programa "muertos por petróleo" del presidente de los Estados Unidos en lo que fue la florida y fértil Babilonia. Y nos seguimos manifestando, libremente, haciendo oir nuestra opinión. Sin tapujos. Y sin ustedes, que frente a una guerra no se escandalizan tanto como frente a una pareja gay. Es normal, sabiendo que sus predecesores promovían guerras y matanzas de fe en Jerusalén allá por la Edad Media. Con dolorosas derrotas, por cierto.

Volviendo al tema. Déjenme expresar sus eminencias mi opinión, ya que estamos. Y llámenme hereje y todo lo demás si quieren, que me da lo mismo.

Creo sinceramente que ustedes no acaban de acostumbrarse a algunas cosas. No me refiero ya a esa obstinación por preferir que las señoritas se tapen el cuerpo lo más posible, por proclamar que la masturbación se castiga con el fuego eterno, o por considerar que si a uno le pisotean hay que poner una sonrisa porque es la voluntad de Dios. Me refiero a que desde hace unos años, ya no pueden imponernos nada de eso a TODA la sociedad. Supongo que eso fastidia mucho cuando llevan milenios haciéndolo; de repente las ovejitas (me molesta particularmente esa pretenciosa autodenominación de los sacerdotes como "pastores") tenemos acceso a la información y la comunicación de masas, y la visión del mundo nos hace plantearnos una pregunta: ¿Dónde está ese Dios que con tanta furia y tanta intransigencia nos quieren imponer? ¿Realmente un Dios todopoderoso permite tanta injusticia, tanta miseria, tanta maldad? ¿Por qué se empeñan en opinar exclusivamente sobre temas meramente sexuales y no se meten a fondo y con la misma saña con los demás pecados como la avaricia, la corrupción, la soberbia, los abusos de poder, la violencia, el robo, la idolatría y demás? Será porque no les conviene, sabiendo lo que son ellos y los gobiernos a los que quieren controlar. Muchos se dan cuenta de que la fe religiosa es una opción y no una imposición. Y ese es el problema de la Iglesia: aún siguen creyendo que el mundo es una granja en la que los que no somos ellos somos su ganado. Tienen mono de esa carta blanca que tenían hasta hace poco.

En términos etimológicos, la palabra iglesia proviene de "asamblea" en griego clásico. Nada más. En principio no es más que una congregación de fieles. Sólo de los fieles. El problema viene a lo largo de sus dos milenios de historia: siendo avalada por el creciente número de fieles, fue acomodándose y creciendo en influencia, hasta que llegaron a asociarse con los poderes militares y gubernamentales de los estados donde tenían más seguimiento, proporcionando un complemento perfecto para estos últimos: un arma para someter al pueblo, para sumirlo en la obediencia y en la ignorancia. En ese momento la iglesia transforma su cometido y empieza a servir al poder, y a servirse del poder. Ya no es una opción, ya no es una buena nueva, ya no es sólo un conjunto de dogmas sobre la idea de que un líder rebelde llamado Enmanuel de Nazaret era en realidad un ser divino, Jesucristo, hijo de Dios, que vino a salvar a los pecadores: de repente es una obligación para el pueblo, y es tan poderosa que un día se compra una parcela en Roma y se hace una lujosa fortaleza, fuera incluso de la jurisdicción italiana. Y así hasta ahora.

Pues en mi atea opinión, forjada "religiosamente" en un colegio de pago, Dios está en el interior de quien quiera acogerle, de quien sienta que necesita algo que dé sentido a su vida. No está en todas partes, siguiéndonos y vigilándonos a todos seamos o no creyentes. Por tanto, la Iglesia debería plantearse no hacer más eso mismo. Nadie les ha llamado a juzgarlo todo (bueno, todo no, sólo los asuntos que Sigmund Freud trataba), su cometido único es organizar espiritual y jerárquicamente el movimiento de fe entre los creyentes. Y esos tiempos en los que influían en todo el orden social han pasado. Afortunadamente.

04 junio 2005

Fumando espero...


Ya no puedo más. El asedio y el acoso están por todas partes, el machaque es continuo, de un tiempo a esta parte no se habla de otra cosa en los medios, e incluso hace poco uno de esos días que algún gilipollas inventó hace tiempo, los "días mundiales" o "días internacionales" o yo qué se, iba consagrado al temita. Me guardaba el asunto para cuando pasara la marea, pero ésta no cede y la sensación de absurdo se eleva cada día más, poniéndome francamente de los nervios. Ahora es el momento de hablar claro, porque nadie más lo hace.

Sí, creo que ya lo han adivinado, sobre todo por el título del post y por la ilustración (nuestros lectores son realmente avispados, sin duda). Si les comento que soy fumador, creo que ya no queda ninguna duda, ¿verdad? Esperen mientras me enciendo un cigarrillo... ya, a lo que iba... pues tengo la extraña sensación de que se están riendo de mí. Está de moda dejar de fumar, está de moda que te animen a dejar de fumar por todos los medios, éticos o no (sobre todo algunos ex-fumadores que para eso son los más pesados), y está de moda que te miren como a un criminal si fumas. Primer absurdo: es una moda. Y nos la traen los mismos que en su día (qué irónico) nos trajeron la moda contraria, los mismos del Halloween, el chicle y la ropa Nike. Moda de obligado seguimiento pues. Barras y estrellas mandan.

Vale, muy bien, supongamos que me convencen y quiero dejarlo. Sí, es malo, malísimo, para la salud, y para mil cosas más. Lo sabemos, lo dicen hasta la náusea en los medios, y en la consulta del médico. Pero justo aquí viene el segundo absurdo: ¿me están ayudando realmente a dejarlo? ¿sabiendo que los fabricantes hace decenios que añaden sustancias adictivas a los cigarrillos? Qué coño me dicen de fuerza de voluntad por mi parte. La voluntad debería ser de los fabricantes, que son los que juegan sucio, literalmente, ensuciando la hoja de tabaco con toda esa mierda propia del Quimicefa. Déjenme adivinarlo... ¿A que las autoridades sanitarias no pueden acabar con eso? ¿A que se tienen que limitar a intentar "acojonarnos" con una ridícula esquela, que ya no impacta a nadie? ¿A que las tabaqueras forman un lobby invencible que además de operar legal e impunemente sale a Bolsa y demás como si nada?

Y el tercer absurdo viene ahora: el Estado es además el mayor beneficiado de todo ésto. Casi todo el precio de cada paquete (lo de cajetilla me parece un modismo estúpido) va a Hacienda. Es decir, al Estado no le interesa realmente que nos desenganchemos, ya que somos una gran fuente de impuestos indirectos, aunque por el otro lado ese dinero extra se lo gastan, pero nada menos que ¡en tratamientos por la seguridad social para dejarlo, y en campañas de sensibilización para lo mismo! ¿Me lo pueden explicar? ¿Nos están matando gratis? ¿Es la mayor paradoja jamás vista? No, simplemente es absurdo. Se escapa a toda lógica. Se están riendo de nosotros. Fumar también es absurdo en sí mismo, lo reconozco, pero todo este asunto lo es más todavía.

Sólo un par de conclusiones:
  1. Desde aquí desanimamos totalmente a cualquier inocente a que empiece con ésto. Tal como lo fabrican, el consumo de tabaco no compensa en absoluto. Y nosotros no ganamos nada captando nuevos clientes. Nosotros no, quizás el Estado y el lobby de envenenadores al que no pueden ni toser sí salgan ganando. El que no ha fumado nunca merece todo nuestro respeto, y por tanto vemos bien las leyes restrictivas, son de sentido común y todo sea por la convivencia. Pero por favor, sin criminalizar, que ya tenemos bastante con ver reducida nuestra esperanza de vida.
  2. Lo de los parches, chicles, tratamientos, métodos y milagros para dejarlo es una parafernalia desmedida y poco efectiva en términos relativos. Pero es que hay una forma mucho más fácil de que lo dejemos los que ya estamos metidos: romper toda esta situación tajantemente. Que las tabaqueras sólo vendan tabaco tal cual, sin contaminar, o algún derivado inocuo. O mejor aún, que se dediquen a cualquier otra cosa. Y que el estado además de renunciar a su pico de impuestos lo ilegalice de paso, si total, tienen ilegalizado el cannabis en todo el mundo por una batalla comercial que se libró en su día en tierras yankis entre el cáñamo y el algodón...
Lo que está claro es que la situación actual no nos ayuda para nada. Al contrario. Además de enganchados estamos apartados, señalados y criminalizados, como yonquis que somos. Pero todo es tan cínicamente legal, y tan cínicamente hipócrita... yo lo intentaré dejar, sí, pero sin prisas, no me gusta ir a corriente. ¿Disfrutaremos algún día del tabaco de verdad, ese que en su día fue medicinal? Mientras eso pasa, fumando espero, la solución que quiero...